recursos naturales de los volcanes


Se llaman recursos naturales aquellos que proporciona la naturaleza y de los cuales el hombre hace uso.
Estos pueden dividirse en dos grupos: recursos renovables y no renovables.Los primeros y como su nombre lo indica pueden ser utilizados sostenidamente, en forma racional y con una adecuada política de conservación, ya que tienen la capacidad de reciclarse o reproducirse. Ejemplo: agua, aire, fauna, flora, suelo, etc.Los recursos no renovables son aquellos que se agotan al ser utilizados. En este grupo podemos mencionar los minerales y combustibles como el petróleo, gas, carbón, etc.Recursos hídricosDe los principales recursos renovables de la región del Libertador O’Higgins, el agua ocupa un lugar preponderante, siendo privilegiada por la existencia de enormes masas de hielo, remanente de antiguas glaciaciones. Se encuentra en la Cordillera de los Andes, en sectores de gran altura, dando origen a los dos afluentes principales del sistema hidrológico del río Rapel, el Cachapoal y el Tinguiririca.Este sistema fluvial ha conformado un hábitat favorable para el asentamiento humano a lo largo del tiempo, sustentando a su vez el desarrollo agrícola-ganadero, y la explotación de los recursos minerales.Los escurrimientos de aguas de las quebradas costeras, al igual que los esteros han jugado un papel similar al de los ríos de origen andino, al favorecer el desarrollo de una cubierta vegetacional que ha permitido la existencia de vida.
LagunaBucalemu
Laguna de Bucalemu
La Cordillera de la Costa estuvo poblada por bosques nativos formados por robles, pataguas, boldos, quillayes, maitenes, peumos, etc. que actualmente sólo se detectan en escasas quebradas. La especie más generalizada en este paisaje es hoy, la acacia caven o espino, cuya abundancia nos habla de un bosque depredado. Representa un valioso recurso como combustible.
En la Sexta región existen sólo dos lagunas costaneras o albuferas, Cáhuil y Bucalemu con un régimen de agua mixto, ya que se nutren de aguas saladas de mar y de aguas dulces provenientes de los esteros que desembocan en ellas. Ambas fueron importantes fuentes de producción de sal, siendo explotadas desde la época indígena. En el presente este recurso se obtiene sólo en Cáhuil pero cada vez en forma más restringida.
En épocas pretéritas existieron importantes cuencas lacustres en el valle central, especialmente en esta región, como es el caso de la laguna de Tagua-Tagua que constituyó uno de los últimos relictos de megafauna y el más antiguo lugar de asentamiento humano conocido hasta hoy.
A esta se suman otras de características similares en lugares como Cauquenes, Almahue, Santa Cruz, El Huique, etc., que representaron ambientes favorables, tanto para el hombre como para la fauna. Los numerosos hallazgos arqueológicos realizados en estos sitios constituyen pruebas indesmentibles.
En la actualidad y como remanentes de estas lagunas, podemos apreciar terrenos pantanosos, cuyas características se acentúan en la estación invernal. Los de mayor humedad se utilizan actualmente para plantaciones de arroz.
La preocupación por determinar la existencia de aguas subterráneas como recurso hídrico adicional, motivó al gobierno de Chile en los años 1946 a 1948, a contratar la misión Taylor, un grupo de especialistas norteamericanos, para que realizara estudios desde la provincia de Tarapacá hasta la provincia de O’Higgins (actual Cachapoal). Los resultados confirmaron la presencia de la única riqueza casi virgen existente hasta ese momento. Con posterioridad, la Corfo y otros organismos continuaron investigando y experimentando en las provincias de Colchagua y Bío Bío.
El Ministerio de Agricultura en 1958 manifestaba su preocupación por resguardar este recurso, en la eventualidad de ser utilizado en forma intensiva para evitar que corriera la misma suerte que nuestros suelos y bosques. (Ministerio de Agricultura, 1958).
Esta aprensión cobra vigencia en la actualidad. Tanto las plantaciones forestales, como las plantaciones de vides viníferas en la zona costera, han requerido y requieren de gran cantidad de agua proveniente de napas subterráneas, lo que ha llevado a una peligrosa disminución de este potencial. Esta situación ha hecho necesario reglamentar su uso.
Las plantaciones forestales se sitúan principalmente entre Topocalma por el norte y Bucalemu por el sur, originadas por la necesidad de frenar el efecto desvastador de la erosión de estos suelos.
Central Rapel
Central Rapel
La demanda mundial por el vino chileno, ha llevado a incrementar la superficie plantada con vides viníferas, utilizando terrenos del secano costero, considerados marginales para la agricultura ya sea por la calidad del suelo o por la falta de agua de regadío. Los sectores que en este momento presentan una mayor superficie plantada se ubican en las comunas de Lolol y Marchigüe.
El fenómeno geológico de volcanismo en la cordillera andina, junto a la alta sismicidad de nuestro país, ha generado numerosas vertientes termales, cuyas aguas provienen del magma ígneo del interior de la tierra que asciende como corriente de lava en las erupciones volcánicas a través de grietas profundas producidas por los movimientos de la corteza terrestre, a causa de los temblores. (Brüggen, 1947)
En la región existen importantes fuentes de agua termales y minerales, conocidas desde hace mucho tiempo.
Las Termas de Cauquenes ubicadas en la ribera sur del río Cachapoal, al interior de la comuna de Machalí, son famosas por la calidad de sus aguas que poseen notables propiedades medicinales. Ya en la época de la Independencia, don José de San Martín, aquejado de enfermedades reumáticas, cruzaba la cordillera para buscar alivio en dichas termas.
Las Termas del Flaco ubicadas en la cordillera de San Fernando, a una altura de 1.733 m.s.m., tienen aguas cloruradas de temperaturas entre 70° y 96° centígrados, lo que las convierte en una de las de mayor temperatura del mundo hidrológico.
Existen otras termas mencionadas en documentos del siglo pasado, que no presentan por ahora mayor infraestructura, como Las Marcas en el interior de la comuna de Codegua, Cachantún en la comuna de Requínoa, en la localidad de Roma, comuna de San Fernando.
Entre las aguas minerales de la región del Libertador O’Higgins, hay algunas que han sido industrializadas y que se destacan a nivel nacional como Cachantún y Vital. En la última década se ha empezado a explotar el agua mineral El Edén, en la localidad de Pelequén.
Finalmente en el recurso agua, debemos mencionar a la gran masa oceánica, fuente de variados recursos tanto orgánicos como inorgánicos. Entre los primeros están los productos alimenticios como peces, mariscos y algas.
 Respecto a las algas se recolecta preferentemente pelillo, luche y cochayuyo. Este último constituyó un importante elemento de intercambio de los habitantes costinos por productos agrícolas del interior.
Especies como ostiones y corvina de agua dulce, actualmente extinguidas, constituyeron un recurso abundante, en estas costas y fueron utilizados por poblaciones indígenas desde épocas tempranas. En localidades como Pichilemu, Cáhuil y Bucalemu existen importantes «conchales» o basurales, depositados intencionalmente por estas poblaciones los que permanecen como testimonio de la existencia y aprovechamiento de estos recursos.
Desde hace algunos años se realizan cultivos artificiales en pequeña escala en Pichilemu, Cáhuil y Bucalemu de especies como ostras y choros.
La actividad de pesca y recolección de mariscos y algas no son relevantes en esta región, debido a las características de su costa que presenta laderas abruptas. Pese a esto, hay algunas localidades en que se practica en forma artesanal y deportiva: Topocalma, Navidad, Matanzas, Pichilemu, Bucalemu, lugares en que se encuentran especies como corvinas, congrios, merluzas, lenguados, pejerreyes, locos, machas, almejas, choros, navajuelas, erizos, lapas.

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